Provincia

Adversus populus (7)

I

Según la Real Academia Española la palabra Provincia, en su quinta acepción dice que: «(E)en la antigua Roma, territorio conquistado fuera de Italia, sujeto a las leyes romanas y administrado por un gobernador». En tanto, una posible interpretación, habla de un territorio administrado o gobernado por un grupo ajeno o extraño a los que originalmente lo habitan.

II

Pablo González Casanova (Siglo XXI, 1969), utiliza el término «colonialismo interno» para explicar las relaciones desiguales, de explotación, entre distintos grupos sociales al interior de un país. Es decir, dar respuesta a por qué la mayoría de las veces, quienes tienen a su alcance los recursos para atenuar la desigualdad económica y social en México, actúan de manera indiferente ante ella.

En el supuesto de un bien común, donde todos y cada uno de nosotros gozamos de igualdad de oportunidades para nuestro crecimiento personal y comunitario, resultaría inverosímil que existan áreas de alta y muy alta marginalidad justo a la vuelta de la esquina, no solo en la periferia de las capitales del país, sino en las mismas poblaciones urbanas o rurales, por grandes o pequeñas, desarrolladas o subdesarrolladas que éstas sean. Lagos de Moreno, por ejemplo, en los últimos 10 años ha visto intervenido «su primer cuadro» en aras de mejorarlo, de preservar la arquitectura que tanto nos enorgullece sin que esto, desde luego, haya resultado en un auténtico mejoramiento del mobiliario e inmobiliario urbano (¿cuántos de nosotros estamos de acuerdo con las balizas que instalaron a todo lo largo de la calle Agustín Rivera?). Desde las administraciones de Saúl González y Paco Torres (y anteriores las que recuerde y cuente usted), la inversión en el centro de la ciudad ha sido uno de los rubros favoritos para el empleo de recursos de los tres niveles de gobierno.

Así, los laguenses podemos sentirnos orgullosos de nuestro municipio, pese a que quienes toman decisiones sobre él, pocas veces destinen recursos a zonas distintas al centro de la ciudad o delegaciones municipales. Contamos con una ciudad con varios títulos «nobiliarios» enclavada en, o como centro de un gran espacio territorial con realidades sociales muy distintas y desiguales. Desde zonas con escasez de servicios como agua potable (¡pero potable!), alcantarillado o alumbrado público; hasta la seguridad ante el robo a casa habitación o a mano armada; pasando por los secuestros o extorsiones, por enunciar algunos de los tantos rubros pendientes. Entiendo la importancia por preservar el patrimonio arquitectónico de Lagos, estoy de acuerdo con ello, pero también es cierto que éste pasa a un nivel secundario cuando se está en riesgo la integridad y calidad de vida de todos y cada uno los laguenses, no sólo los que moran o laboran en el centro de la ciudad.

III

La inversión en infraestructura ha sido una de las estrategias de desarrollo en el país desde la segunda mitad del siglo XX a la actualidad, la construcción de carreteras, puentes, presas y demás, durante algún tiempo garantizó empleo y cierto nivel de ingreso y estabilidad. En la medida que esa inversión se comenzó a extender por Estados y regiones del norte, centro y sur del país la sensación de bienestar se generalizó y a niveles internacionales México se presentó como una nación en vías de desarrollo.

Sin embargo, al finalizar el siglo pasado, la realidad mostró que el desarrollo tiene un límite, que las oportunidades son escasas y, por tanto, era necesario un cambio de estrategia. En ese momento seguimos, en busca de aquello que nos brinde alguna garantía de estabilidad o crecimiento sin que atinemos a dar con ello; mientras tanto, una y otra vez se mejora o invierte en los recursos de los que ya disponemos. Imposible llevar puentes o carreteras donde «no se utilizan o algún provecho pueden obtener de ellas» (aquí me permito algo de ironía).

De esa manera, se invierte en lo ya hecho, se inaugura lo ya inaugurado, se nombra una y otra vez lo ya nombrado (¿cuántos nombres se ha dado ya al «Estadio Chava Reyes» que antes fue del sindicato de la Nestlé?). Y, cuándo se realiza nueva obra, ¿qué utilidad damos a ésta? Aún no hemos decidido qué hacer con el estadio panamericano de béisbol, pese a que salió muy caro y, por cierto, aún debemos y deberán los hijos de nuestros hijos.

 IV

Así, hoy en día, además de la pertinencia de hablar de un «colonialismo interno», sugiero la posibilidad de referirnos a un «colonialismo voluntario», nuestra complacencia hacia la novedad de la nada y la perpetuación de lo absurdo.

Críticas, comentarios e invitaciones al «Colonial» (el restaurante, conste) a: v4l3nc14@gmail.com

Puedes leer esta columna en la edición digital e impresa del «Periódico AM» en su edición Lagos de Moreno del viernes 6 de diciembre [haz click en la imagen].
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